domingo, 5 de diciembre de 2010

Sala de espera...

Un tic tac ensordecedor, sillas aporcelanadas esperando ser ocupadas,
la cita pautada lleva horas de atrasada, la recepcionista con su larga lista,
en un tono enmascarado ha nombrado al que acaba de sentarse a tu lado,
con algo de frustración las manos te arrugan la cara, tanto tiempo esperando la gran cita
y el afortunado se ha adelantado en tu pista.

La paciencia poco apresurada es tu única opción, desde tu silla has monitorizado la zona,
y con infame descaro un contacto agraciado adelanta sobre ti a aquellos que estuvieron a tu lado,
no logras concebir aquella idea, el hervor por la injusticia se revienta en tus venas,
intentas reclamar, pero el gran letrero recuerda, que te toca esperar.

Esperar es la clave, aunque tu turno se retrase y otros se roben tú puesto de cierto que llegará,
la vida es una gran sala de espera, donde la gran oportunidad te hará esperar, solo no te encariñes con el asiento ya que aunque luzca atractivo y sea confortable, es algo pasajero, importante es no desmayar ni salirse del lugar, ya que en el preciso instante por un parlante tu nombre escucharas llamar y la gran cita entonces habrá de comenzar.

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